Sobre martillos y clavos por Gerardo van Wesep

En nuestra clase de la semana pasada mi compañera de clase, nuestro maestro, y yo estábamos hablando sobre el problema de las drogas en Los EEUU y en México y las soluciones propuestas. La conversación estaba impulsada por las declaraciones de un senador estadounidense  (republicano, por supuesto) que dijo que Los EEUU debería enviar su ejército hacia México para ayudar a México a solucionar el problema de los carteles. Él no podía entender por qué México, sus ciudadanos y gobierno, no pensarían en esta propuesta como algo muy deseable.

Nosotros concluimos que hay al menos dos problemas con esta propuesta. El primero es que viene de una posición de pura arrogancia. La idea de que Los EEUU tiene las soluciones para todos los problemas de todo el mundo y si solo el mundo le diera el control total a Los EEUU sería un lugar mucho mejor. Tiene la idea de que los otros países del mundo no son capaces de determinar su futuro por sí mismo y necesitan la ayuda de Los EEUU con su inteligencia y habilidades superiores para ser países de primera calidad. 

El segundo problema es la idea de que la violencia es la solución para casi cada problema. Si su única herramienta es un martillo, cada problema parecerá un clavo. Tenemos el número más grande del mundo de personas encarceladas, una forma de violencia. Y tenemos la tasa más grande de personas encarceladas o encarcelamiento. Tenemos más armas en manos privadas que ciudadanos. Tenemos el ejército más grande del mundo y estamos siempre buscando un uso para justificarlo. Por supuesto vamos a pensar en usar nuestro ejército para resolver un problema mexicano. 

En México la idea de usar el ejército contra los carteles ha sido también probada por el gobierno, y los resultados fueron malos. AMLO ahora está intentando hacer algo diferente, con menos violencia contra los carteles y una ambición de cambiar las condiciones que inducen a los jóvenes unirse a los carteles.